Continuamos observando las plantas de nuestro territorio, reconociendo el  valor de las mal denominadas malezas que abundan a nuestro alrededor,  porque son plantas plenas  de vitalidad y salud para todos nosotros.

Hoy les presentamos al diente de león, hermosa planta de hojas verdes y bellas flores amarillas que al semillar nos entregan imágenes de ensoñación.

Quién no ha soplado un diente de león pidiendo un deseo al viento…

¿Qué  aporta a nuestro organismo?

Entre sus cualidades se destaca que posee vitamina como :

A, B, C, E y K,  encontramos ácido fólico, minerales como el magnesio, hierro, calcio, silicio y potasio.

Sus propiedades para la salud son amplias pero lejos la más reconocida es su accionar depurativo y desintoxicante en el hígado,  y para los trastornos de las vías biliares.

Paralelamente el diente de León ayuda a la absorción adecuada de las grasas y de esta forma mantiene a raya el colesterol.

A su vez es depurativo y diurético, actuando incluso sobre procesos reumáticos.  Previene la retención de líquidos.
Ayuda a nuestro sistema digestivo a expulsar excesos, actúa frente a la pérdida de apetito y ante cuadros de indigestión y dispepsia.

Estimula la secreción de insulina, nivela  el azúcar en nuestro organismo y previene la diabetes.
Se le considera un regenerador natural de nuestras células y particularmente del hígado.

A su vez previene el crecimiento de células cancerosas y es antioxidante por su alto nivel de betacarotenos.

Se le atribuyen propiedades antivirales que ayudan a combatir virus y bacterias.
Desde la mirada de la Medicina China Tradicional es una planta amarga y fría, de ahí su efecto desintoxicante y que elimina el calor, principalmente en el hígado.

¿Como consumirlo?

Puedes consumir sus  hojas y flores  en ensaladas y diversas preparaciones como por ejemplo,  tortillas, sopas, pizzas, su raíz seca y molida en tizanas, puedes consumir sus hojas secas o frescas. 😎

Comparte tus recetas y usos de esta planta!!

Recuerda,  recolectar la planta donde no esté sucia ni contaminada, pedir permiso al retirarla, prepararla con intención y agradecimiento y nunca olvidar permitirse soñar cada vez que soplas su flor germinada…